domingo, 31 de marzo de 2013

Wipe out!!!!!

Si un músico debe ser recordado por una canción, por la interpretación de una canción, en mi caso debe ser por la puesta en escena de Wipe Out. El gran tema fue uno de los himnos de la música surf rock en los años sesenta. La compuso el mítico grupo The Surfaris, en 1963 (antes de que yo naciera), una banda de garaje de Glendora (Los Ángeles), formada por Bob Berryhill, Pat Connolly, Jim Fuller y el baterista Ron Wilson (muerto en 1989 , a los 44 años), artífice del motivo percusivo, basándose en un tema de Preston Epps titulado Bongo Rock. Sin duda que Wipe out (que en castellano se puede traducir por ¡Bórralo!, y que se puede insertar dentro del lenguaje de germanía de los surferos como dejar hecho polvo), fue todo un himno en los primeros sesenta. Publicado en su disco Wipe out (1963), se vendieron más de 1000000 de copias.

No obstante, fue el grupo de surf rock The Ventures quien retomó dos años después la canción, elevándola a la categoría de mítica dentro del ámbito del rock and roll instrumental internacional. Fue su líder carismático y guitarrista Nokie Edwards (quien fundó el grupo en 1958), el que la echó a rodar en los escenarios (tras el éxito súbito de The Surfaris), y quien la ha seguido interpretando en solitario hasta la actualidad. Otra de las bandas de la época que se hicieron eco de éxito surfero y la versioneó fue The Challengers (1965). En la actualidad hacen una versión magnífica el grupo de rock and roll brasileño The Dead Rocks.

Yo lo empecé a interpretar con el grupo Lobos Negros en 1990, gracias a la supervisión del cantante y guitarrista del grupo Luis Lobo Negro. Desde entonces ha sufrido una enorme transformación: de la interpretación sentado en la batería -clásica- a la puesta en escena de pie, con solo un plato y una caja. Con los años he ido sumando variaciones, como tocar en la guitarra, en el casco de los músicos,  en botellas, en el suelo, en la paredes y en la barra de los bares, etc. Son 23 años tocando este tema en directo. Como decía al principio, mi seña de identidad como músico. ¡A disfrutarla!

Lobos negros en la Televisión de Castilla-La Mancha (2009)

Lobos Negros en la Sala Heineken (Madrid) (2008)


Portada original del disco de The Surfaris (1963)
       

EnoFestival (2011)
                                                                                                               
Fnac (1996)
Wurlitzer Ballroom  (2010)                      
Siroco. Coctelera Sónica  (2012)
                                                                                           
Sala Caravan (2011

2003
                                                                                                         

jueves, 21 de marzo de 2013

Speed Limit Cruiser: I saw her standing there




Los Beatles me fascinan siempre. Es el gran grupo de la historia del rock. Mi referencia continua.

Al escucharles me entra una especie de nostalgia. ¿Y por qué? Empezaron a tocar antes de que yo naciera. Pero uno imagina aquel tiempo, primeros sesenta, y es magnífico que ellos le dieran un pátina de esplendor. Quizá uno siente nostalgia por un tiempo inexistente en su biografía, porque se imagina amando, viviendo entonces. Con los Beatles, claro. Desaparecieron en 1970, y desde 1977, que empecé yo a consumir música, se convirtieron en un referente en mi vida. Y hasta ahora.

Esta canción es una de mis preferidas: I saw her standing there, de su primer álbum de estudio, With The Beatles (1963). Mi grupo Speed Limit Cruiser realiza una interpretación creo que meritoria.

Hoy puede ser un gran día...

Mi blog La música en las manos echa a andar. Han sido muchos años pensando en que algún día abriría  un blog musical. (El blog literario seguro que tiene que esperar un tiempo).

Como decía Stravinsky, toda creación supone en su origen una especie de apetito que hace presentir el descubrimiento. La música descubre, y también redescubre momentáneamente el mundo. El artista tiene que inventar. El mundo es creación y la música es creación. Sin creación el mundo no es música. Es vacío continuo y continuado.La música nos rodea, nos hace presos del instante sonoro. Cage afirmaba que no existe el silencio, que siempre  está ocurriendo algo que produce un sonido.  Por eso mismo estas manos que titulan el blog son la música. Están ella, son su larga expresión. La confirman y la encierran.

En La música en las manos cabe todo, y cabemos todos. Mi vida es música plenamente. Lo fue en mi padre y lo es en mi hija. Siempre rodeado de música. Toda una vida por ella, para ella. Es el motivo esencial sin el cual es absurdo vivir. O es vivir sin conciencia ni tiempo ni tan siquiera destino u olvido.

Como he escrito en otro sitio, me fascina este comentario de Blyte: la mayor responsabilidad del artista es esconder la belleza. La música hace de la belleza un tiempo muerto, quizá más que ningún otro arte. El artista vive en el tiempo, y la música le desprende por instantes de su mecanismo monótono. La música vive fuera del tiempo,y por eso nos hace humanos, demasiado humanos. La música es un privilegio del hombre. No existe sin él. Pero fuera de él, se convierte en cosmos, en un universo inabarcable porque se expande y comienza a completarnos. Una piel de serpiente que una vez perdimos pero que de pronto regresa para completar nuestra silueta cotidiana.

Entrar de vez en cuando a merodear en este jardín es un privilegio que agradeceré.